A todos nos gustan esas alfombras de lana ("sofa" o "sof" en árabe) hechas a mano en marruecos, pero ¿cómo se hacen y cómo se trabaja la lana?
La lana se obtiene de los animales a través de un proceso que se llama "esquilado" ("dazan" o "dzaz" en árabe). Las mujeres generalmente son las que se encargaban de lavarla, separarla con las manos y tenderla para que se seque.
Una vez seca, la dividen en pequeñas cantidades para que sea más fácil trabajarla con las cardas ("Krashl" en árabe), que son unos cepillos de madera con dientes metálicos finos.
La lana se pone entre los dos y se peina varias veces hasta que quede completamente fina y limpia de residuos.
Aquí empieza el trabajo de las hilanderas, quienes se encargan de transformar la lana en hilos, que dependiendo de para que se van a usar luego serán más finos o más gruesos. Para ello usan un palo de madera ("mughzala" en árabe) ni muy fino ni muy grueso, sobre el que enrollan la lana y le van dando vueltas hasta conseguir el grosor deseado.
En la siguiente entrada hablaremos del tintado de la lana y la elaboración de las alfombras.
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